miércoles, 4 de julio de 2012

La divertida historia del nacionalismo orgánico (Parte III)

Los cromos sin álbum

Tras la Primera Guerra Mundial, los grandes imperios multiétnicos se dividieron arbitrariamente en diferentes Estados-nación, también multiculturales, pero con una política interior de carácter nacionalista, también se dieron intercambios de cromos en Centroeuropa pero en menor medida que en el Sudeste.

Aunque Alemania había perdido la guerra, en Checoslovaquia, Polonia, Hungría, Rumanía o las repúblicas bálticas, existía una minoría alemana muy importante, esa minoría suponía un problema para crear una nación dónde todos sus felices habitantes fueran igualitos y amiguitos, ya que tras la desaparición de los Imperios, la nueva república alemana, pese a haber perdido territorios, era obviamente más poderosa que sus nuevos vecinitos, y esos alemanes étnicos fuera de Alemania, eran sospechosos en sus nuevos países, de formar parte de una quinta columna pangermánica, que a la larga amenazaría con la unidad de la ancestral nación, creada desde una sala de reuniones en Paris hace unos pocos meses, dando pie a un casus belli...

¿Cómo deportar o intercambiar a gente que hasta hace nada eran las élites locales? si el país al cual los queremos tirar fuera pequeñito, no pasaría nada, pero coño, es Alemania, si los tiramos, lo considerarán un ataque directo a los derechos de los alemanes y nos meten una paliza, si los intentamos asimilar mediante políticas nacionalistas, nos meten una paliza, si no les hacemos caso... paliza, que putada.

Mientras tanto podemos coger al resto de cromos que nadie reclama y deshacernos de ellos marginándolos para que acaben perdiendo su identidad cultural, sin nación no están en la Sociedad de Naciones, por lo que no existen.

Respecto al problema alemán, se acabará solucionando prohibiendo a Alemania tener un ejército operativo, regalando todo el armamento útil a los vencedores, ante este panorama muchos Estados, vieron luz verde a políticas discriminatorias más duras sin temor a una represalia teutona, aún así, los alemanes étnicos sufrieron menos esas políticas que el resto de minorías.

Podría hablaros de vlacos, szeklers, gagausos o de los scobitsi (una secta de eunucos flagelantes) los romaníes me los guardo para después, pero me centraré en culturas que no hayan sido destruidas y que podáis entender y situar facilmente.

Acabando, si os dan penita los alemanes, dispersos por toda Eurasia sin que nadie les quiera excepto en Alemania o Austria... preparaos porque en el próximo episodio vienen los más jodidos, los que practican la fe judía, los judíos.


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