lunes, 2 de julio de 2012

De ciudadanos, súbditos y tiranos (parte III)



Hace muchos años, cuando la selección española ganó la Eurocopa, recuerdo haber visto varios partidos en los chiringuitos, no soy futbolero, pero me gusta disfrutar de un partido con los colegas, los cuales me explican quienes son los diferentes jugadores, quien es bueno, quien es malo aunque nunca he conseguido entender qué es un fuera de juego. Tras la victoria me sentí eufórico, banderas españolas, en la tele, en la calle, en la boca de todos, por primera vez en mi vida veía a gente normal sin ideologías extrañas afirmar su orgullo de ser español.

Recuerdo que España aún no iba mal, me sentía parte de un país de verdad, próspero, libre y dónde todas mis aspiraciones y problemas se verían apoyados por el Estado, mira si era así que me cambié de carrera, en secreto, pero lo hice, ya que tenía un buen empleo veraniego y "minijobs" el resto del año, con los que me pagaba la carrera y mis caprichos sin injerencias familiares.

Recuerdo la xenofóbia, el país se veía plagado de inmigrantes, muchos de origen latino, otros del Este, africanos y asiáticos, cuyas definiciones en lengua común eran "panchitos", "pakis", "moros", "chinos" y "búlgaros/rumanos", la defensa de los valores patrios nunca se habían visto tan defendidos por los nativos, mientras los que se presentaban a las elecciones hablaban de mano  dura, pactaban en secreto con los diferentes líderes de las comunidades de inmigrantes para captar votos, al tiempo que los diferentes cascos históricos de los pueblos costeros eran ocupados por guiris, muchos de ellos habían encontrado el mejor lugar para acabar sus días.

España molaba, después la selección ganó el mundial, algo cambió, la misma parafernalia pero un sabor extraño, la euforia se mezclaba con el miedo a la palabra crisis, muchos la defendían y otros la negaban, pero todos estábamos de acuerdo de que eramos los mejores, que saldríamos adelante y que las vacas flacas que estaban por venir no serían para tanto...

Ahora, con la Eurocopa ganada de nuevo, veo el cambio, no he visto ni un partido, ni me he planteado ir al bar porque no puedo y no creo que visite ningún chiringuito este verano, tres cubatas vienen a ser mi presupuesto semanal para comer, mientras Valencia se despierta desde hace tres días con una niebla sabor barbacoa, los medios y la  gente solo hablan de la copa, no les culpo, es mejor así.

Ya no se ven tantos inmigrantes, de hecho conozco a mucha gente que ya se ha ido o tiene planteado irse, Europa es un buen destino, América también, muchos se van a Perú, Chile, Venezuela, Colombia... países cuyos emigrantes hemos despreciado largo tiempo, otros aprenden árabe o ya casi tienen cama en China o la India, un buen tinte rubio puede ser un pasaporte a la próspera Alemania, pero por mucho empleo cualificado que nos puedan ofrecer, lo que consideramos un buen salario, para los nativos teutónicos no deja de ser poca cosa para el empleo desempeñado... pero no nos importa porque nuestra mentalidad ha cambiado, eso es, ahí está.

Ahora somos un pueblo mendigo y desesperado, a la espera de que el palo de nuestros amos por lo menos nos permita comer, la esperanza tras el mundial de que saldríamos adelante ha muerto, siento cierta empatía con los presos políticos de ciertos países totalitarios, cuyos únicos deseos son saber "hasta dónde" y "hasta cuando" llegará su pena impotente por ser persona, con la diferencia de que yo he podido votar a mis líderes y aunque a veces me niego a creerlo, considero merecida una buena hostia por haber hecho el gilipollas, si a la larga conciencia a los ciudadanos de que hay que implicarse más en el gobierno de la nación, democracia es responsabilidad.

Mayoría absoluta del PP, Rajoy presidente, el plano autonómico, provincial y local es azul... Sus medidas para superar la crisis son bien conocidas ¿Seguro que pagan justos por pecadores?

Mal momento para cambiarse de economía a historia.

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